Mi deseo tiene tu nombre...







Gritemos, desangremos nuestras palabras en cada beso, en la intensidad de sabernos mutuos...
Cantame una canción de cuna al oído, sólo para saber que tu presencia no es etérea
Respiro, si me permitís tu aire...
Y me encuentro aturdida en otra mañana de sábanas filosas, sólo para desear las penumbras de mi cuarto nuevamente (dolorosamente)
Si tan trágica es la realidad como la pintan, soñemos entonces, soñemos en colores, en sensaciones, aromas y caricias
Pequemos, por la fe que tenemos en el otro... Pequemos hasta que la sangre se espese y el éxtasis sea inevitable
Digámonos entonces, las palabras que repetimos a las paredes, que clavamos en las paredes, con el imperioso afán de que se conviertan en tu piel
Cambiemos de color, una vez más, quiero vestirme con tu esencia y robarte todo lo que mis pequeñas manos puedan guardar
(mirame, sos Hermoso)
Despojémonos del tiempo, neguemos el perdón, sólo para morir, y saber dónde ir... con vos
Sí, tus sentidos me matan, pero no hay nada más dulce que renacer, perfecta, en tu imaginación
Me deleito, me deleito con tus gritos
(con cada uno muero)
Dame esa razón tan embriagante para sonreír (y pecar)









[Sueño con lluvia y tierra húmeda, sueño con tu voz y tu cuerpo, veo tus ojos exquisitamente dibujados en mi mente... El incontenible deseo de probar tu piel me hace sentir fuego, fuego que no se detiene, que hace que mis dedos ardan, que mis labios pidan a gritos alivio (tu alivio).
Te beso, sin más para decir, sin nada que quiera decir... Te beso, una vez más.
Con un gemido que brota desde lo más profundo de tus entrañas me incinero completamente... En el trajín del momento recuerdo el peso de tu cuerpo chocando contra mi carne... Y la lluvia precipitándose.]


No necesito más promesas que un quizás...
St.